Brigitte Bardot, el ícono de la moda y el activismo que siempre se sintió sola

Cuando era adolescente, Brigitte empezó a ser conocida por su modelaje en las pasarelas. Fotografía: RFI.
Fue actriz, cantante y escritora. Como activista convirtió su casa en refugio donde albergó animales que fueron maltratados.

El 28 de septiembre de 1934, París recibía a una nueva hija, Brigitte Anne-Marie Bardot.

Brigitte Bardot se dejó seducir por la moda y no era para menos, su madre organizaba desfiles en una casa de modas, entonces su hija absorbió todo ese glamour gusto, Desde adolescente se destacó en las pasarelas.

La joven parisina estudió en el Conservatorio Nacional de Danza con Boris Kniaseff, coreógrafo y maestro de ballet argentino, que en 1963 se radicó en Suiza, donde fundó la Académie International de Danse Classique, con base en Lausanne, Ginebra, Roma y luego en París.

A los 15 años de edad, Brigitte ya se perfilaba para dar más en las artes, entonces conoce a Roger Vadim, guionista y ayudante de dirección. Ambos se enamoraron, ella por primera vez, tanto así que decidieron casarse antes de que la chica cumpliera 18 años de edad.

Brigitte Bardoy en un Fashion de moda en 1958. Fotografía: Pinterest.

Pensaron en que su amor daría frutos, pero el día que Vadim decidió ir a la casa de Brigitte para pedir su mano, el padre de ella lo esperó con un revólver y lo echó.

Ese amor bonito los llevó a luchar y mantenerse juntos. El 20 de diciembre de 1952 finalmente se casaron. Un año más tarde Brigitte era ya una estrella de la moda, de las pasarelas, reconocida no solo en París, y más allá.

Su carrera como actriz a la par de la moda se consolidó poco a poco. De allí que fue parte de la película Ladrones al claro de luna, una cinta muy polémica que la sociedad conservadora no vio con buenos ojos por las escenas de desnudez.

Pero ese no fue un impedimento para que luego formara parte de la cinta El gran seductor y Dichosa muchacha.

A inicios de la década del sesenta, su posicionamiento como actriz era tal, que por hacer su primer papel protagónico cobró casi un millón de francos. Se trató de Y Dios creó a la mujer…, que estuvo dirigida por su esposo, Roger Vadim.

En una escena de la película Y Dios creó a la mujer… Fotografía: Twitter.

Todo marchaba viento en popa en su carrera en el cine, su última cinta la consagró como actriz, pero se empezaba a desmoronar su matrimonio, el cual finalmente se acabó.

De ahí que su vida íntima despertó el interés y el morbo de la prensa rosa de ese entonces. Sacaron a relucir un romance muy corto con Jean-Louis Trintignant, protagonista también de Y Dios creó a la mujer…

Su retiro del cine

Con sesenta películas filmadas, a los 39 años de edad decide alejarse del cine. Sus críticos, fanáticos y cinéfilos extrañaban su presencia en la pantalla grande. Trascendió entonces que durante su carrera tanto como actriz y modelo fue fotografiada cerca de 60 mil veces.

Y ese número obedece a que manejaba a la perfección el lenguaje corporal y hacía de la cámara su íntima amiga.

Su vida sentimental estuvo siempre en el ojo del huracán; la prensa no tenía pereza en contabilizar sus romances, sus separaciones, pues eso les daba más venta en los medios impresos y más audiencia en los audiovisuales.

La artista se decidió a representar un movimiento que se enmarcaba en la libertad femenina de los años sesenta en Francia.

“Lo difícil no es vivir; lo difícil es sobrevivir”, esa frase la dijo cuando cumplió 50 años de edad. Y era el significado que le daba a su vida que, pese a haber alcanzado la fama, y tener un compañero sentimental a su lado, se sentí sola, deprimida y con necesidad de afecto.

Para no sentirse tan sola decidió adoptar animales maltratados y llevarlos a su casa. Fotografía: Sputnik Mundo.

Busco refugio en los animales para suplir ese vacío. Y no solo eso, como activista hizo de su casa, La Mandrague, un refugio donde le dio hogar a siete perros, un asno, sesenta gatos y tres cabras, que fueron maltratados por sus anteriores dueños. Algunos de ellos los compró.

«Sé lo que es vivir sin amor. Sé lo que es necesitar que nos abracen, y despertar a solas en mi cuarto»

Brigitte Bardot.

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