A finales de la década de los 80, se presentó y patentó el “Método para convertir uno o más contenedores de acero de transporte marítimo en un edificio habitable”, por un hombre llamado Phillip Clark. Oficialmente, fue la primera vez que se hizo un uso del contenedor aplicado a la edificación. Sin embargo, no fue hasta 2006 cuando se hizo la primera construcción completa y registrada. Fruto de esta tendencia, en 2007, un arquitecto californiano llamado Peter DeMaria construyó lo que se considera la primera de todas las casas particulares de containers fue bautizada como Redondo Beach House. A partir de aquel momento, esta revolución arquitectónica se extendió por todo el mundo. Desde que se empezaron a fabricar los contenedores, a parte de su uso principal, han sido reutilizados para desarrollar muchas otras funciones. El motivo principal de ello es por la versatilidad, movilidad y resistencia que ofrecen. Estas tres características son ideales para la construcción modular y estos son sus beneficios: Son muy fáciles de transportar. Su construcción es mucho más rápida. Su coste es menor a la construcción tradicional. Son resistentes y seguros. Es una compra comprometida con el medio ambiente. Ofrecen un amplio juego modular para dar forma a tu vivienda. También te puede interesar: Inicia construcción colaborativa sobre la Tecnología Responsable para Ecuador Además, comprar un contenedor marítimo para convertirlo en una vivienda es una opción muy tentadora debido a que, sin pensarlo mucho, ya podemos deducir que son muchos más baratas que emprender un proyecto de construcción de un inmueble o comprar una casa o un piso de segunda vivienda. Las viviendas hechas con contenedores marítimos han tenido mucho éxito en los últimos años en diversas partes del mundo. Entre estas personas que se han interesado por adquirir una casa de estas características destacan aquellos que están más preocupados por el cuidado del medio ambiente y con un estilo de vida nómada. Este tipo de targets suelen ser constar de personas jóvenes y por debajo de los 50 años de edad. Fuente: Housfy