7 juegos al estilo The Mandalorian para que puedas sentirte como un verdadero mandaloriano

Los profesionales de las recompensas

7 juegos al estilo The Mandalorian para que puedas sentirte como un verdadero mandaloriano

La figura del cazarrecompensas cuenta con una larga tradición en el videojuego. Desde que se le asignó el rol a Samus Aran, seguramente sin saber muy bien qué implicaciones tiene dicha profesión, el videojuego ha recurrido a esta extinta, romántica y cuestionable profesión para dibujar personajes atractivos y sin ataduras. Y es que ser cazarrecompensas abre de par en par las puertas de la narración de aventuras, pues implica movimiento constante, enfrentarse continuamente a lo desconocido, y la posibilidad de presentar a multitud de personajes. Quizá, por ello, antes que en el videojuego, los cazarrecompensas fueron iconos del cine y las teleseries que, desde el western, migraron hasta universos de fantasía espacial como el de Star Wars.

Ahora, el cazarrecompensas de moda, Din Djarin, es más un tutor que otra cosa. Pero el protagonista de The Mandalorian sigue viajando de planeta en planeta, como antaño hiciera, aunque ahora sus quehaceres se encuentren vinculados a objetivos difícilmente reprochables desde un punto de vista ético. El Mandaloriano no para deja de moverse, de conocer gente y de afrontar problemáticas de diversa índole de las que siempre sale airoso gracias a su pericia, o a sus amistades. Una forma de vida que puede parecer tan atractiva como divertida (siempre y cuando la cosa salga bien) y que, por lo tanto, resulta natural querer experimentar a los mandos de un videojuego. Por eso, hoy, os traemos una pequeña colección de títulos que se acercan, en mayor o menor medida, a la vida del cazarrecompensas, a su figura o que incluso articulan parte de su discurso en torno a lo que significa dedicarse a cobrar por capturar tanto criaturas, como malhechores. Vamos a ello.

  • Call of Juarez: Gunslinger
  • Red Dead Redemption I & II
  • Star Wars: the Old Republic
  • Star Wars: Bounty Hunters
  • Super Metroid
  • Oddworld: Stranger’s Wrath
  • The Witcher 3

Call of Juarez: Gunslinger

En 2013, Techland volvió al western con Call of Juarez: Gunslinger, la cuarta entrega de la saga. Un título de acción protagonizado por Silas Greaves, que a principios del siglo XX se dedica a entretener a la clientela de una cantina con las historias de sus aventuras, a cambio de alpiste. Por sus relatos se pasa desde el Oro de Juárez, hasta Billy el Niño, la banda de los Dalton o el mismísimo Jesse James. De esta manera, el protagonista hace las veces tanto de personaje principal, como de narrador de la historia que se pretende contar. Un título de acción que no es perfecto, pero que es completamente honesto en lo que plantea, (cabe incluso recordar su precio de lanzamiento, que rondaba los 15 euros)que no es otra cosa que viajar al lejano oeste, ponernos en la piel de un cazarrecompensas, y vivir en primera persona sus mejores aventuras.

Red Dead Redemption I & II

Aunque si la idea es vivir como un cazarrecompensas en el lejano oeste, quizá lo más acertado sea acudir a la saga por antonomasia del western en el videojuego. En Red Dead Redemption I & II son varios los cazarrecompensas que aparecen, desde el propio John Marston, que actuó como tal durante un buen tiempo, hasta Red Harlow. De hecho, la saga propone toda una serie de misiones dedicadas a capturar forajidos a cambio de una buena suma de dinero. Es más, la secuela entrega un buen listado de fugitivos a capturar. El sistema para activar estas misiones es tan simple como efectivo, basta con examinar los carteles de “se busca” en los tablones de anuncios del sheriff, lo que pondrá en marcha el encargo en cuestión, ubicando de forma aproximada el objetivo en el mapa, y debiendo entregar al sujeto en cuestión vivo o muerto, en función de las peticiones de las autoridades.

Star Wars: the Old Republic

Ahora bien, esto ha empezado, al fin y al cabo, con The Mandalorian, por lo que resulta natural explorar las opciones ofertadas por el universo Star Wars, a la hora de interpretar a un cazarecompensas en el videojuego. Esta posibilidad puede que, hoy por hoy, no sea la más extendida de todas, pero en los inicios de la segunda década de los dos mil, tuvo algún que otro exponente interesante. El primero de ellos no es otro que Star Wars: the Old Republic, mítico MMORPG localizado en la era de la Antigua República, y desarrollado por Bioware, que nos permitía rolear diferentes clases de personajes tipo extraídos del universo galáctico. Entre las clases disponibles por parte del Imperio Sith, estaban los cazarrecompensas, que parten del planeta inicial Nal Hutta, y que pueden evolucionar hasta convertirse en las clases avanzadas de powertech o mercenario.

Star Wars: Bounty Hunters

Mucho antes, en plena época de las precuelas, emergió con fuerza la figura de Jango Fett, padre de Boba Fett y eje central de la trama clon que posibilitaría la guerra mediante la cual Darth Sidius logró controlar la política de la República. La popularidad del personaje, presentado como una evolución del concepto inicial de Boba y como una figura que rebosaba molonería, fue tal que terminó contando con su propio videojuego, Star Wars: Bounty Hunter, un título que, junto a los cómics titulados Jango Fett: Temporada de Caza, ejerció como preludio de Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones. La misión principal de Jango Fett en este título de 2002, no es otra que dar caza a la antigua padawan del Conde Dooku, que se ha convertido en la líder de todo un sindicato criminal. La trama se desarrolla a lo largo de seis capítulos lineales divididos en cuatro actos, en los que la verticalidad del mapa juega en favor de habilidades propias de todo buen mandaloriano, como el uso de jetpack. De esta guisa, se nos presenta un juego de acción en el que nos pondremos a los mandos del mejor cazarrecompensas de la galaxia y, de paso, daremos caza a gran parte de la escoria galáctica a cambio de una buena suma.

Super Metroid

Puede que esto sorprenda a más de uno, pero en esencia, Super Metroid no es otra cosa que un videojuego sobre una cazarrecompensas que vaga por el espacio, que acaba teniendo una relación de amistad con un pequeño ser de otro planeta al que le coge mucho cariño. De hecho, cuenta con una de las secuencias cinemáticas de la época de los 16 bits que más me han emocionado. Y creo que con eso basta para recomendar un videojuego catedralicio, que sentó las bases de todo un género y que sirve para entender cómo ha ido evolucionando el diseño de niveles con el paso de las décadas. Super Metroid es un metroidvania tan redondo que, aun a día de hoy, cuesta encontrar títulos que puedan mirarle a la cara sin que se tambalean sus cimientos. Toda una lección de gestión de la progresión y del diseño de escenarios, con una narrativa visual muy potente, y que cuenta con la capacidad de seguir siendo vigente varias décadas después de su estreno.

Oddworld: Stranger’s Wrath

Volviendo al Western, o pseudowestern, toca mirar de nuevo a los inicios de los dosmiles, concretamente a la primera Xbox, a EA Games y a Oddworld: Stranger’s Wrath; título de acción y aventuras protagonizado por un cazarrecompensas necesitado de dinero, que alterna la primera y la tercera persona. Una de sus características más llamativas reside en el tipo de munición utilizada para el armamento a distancia, ya que Stranger (su protagonista) utiliza pequeños seres vivos a tal efecto. Tenemos desde animalitos que distraen a los enemigos, hasta otros que cuentan con la capacidad de electrocutarlos, atraparlos, etc. El juego fue un lanzamiento fallido en su momento, alcanzando estado de videojuego de culto con sus poco más de medio millón de copias vendidas. De hecho, el salvaje Oeste del mundo de Oddworld fue adaptado recientemente a Nintendo Switch, llevando a la híbrida de Nintendo su habilidad para combinar acción, plataformeo, exploración y su estupenda gestión de la munición.

The Witcher 3

Y terminamos con alguien que no es exactamente un cazarrecompensas, pero que se le asemeja demasiado. De hecho, puede que The Witcher 3 sea el videojuego que más se acerque a la experiencia videolúdica de andar de acá para allá capturando, y cazando, criaturas que amenazan la tranquilidad de la gente de a pie. Es más, para muchos, esas misiones secundarias disfrazadas de cacerías e investigaciones, de la tercera entrega del brujo, puede que sean el aspecto que mejor ha envejecido del juego. Además, en los primeros compases del juego (y en los niveles altos de dificultad) el jugador puede llegar a aceptar encargos por pura necesidad, pues la economía sistémica del título apretaba con fuerza en las primeras horas. En este sentido, y en sus mejores momentos, The Witcher 3 es capaz de introducirnos en toda una serie de minitramas en las que, además de viajar y conocer a nuevos personajes, deberemos investigar a nuestra presa para encontrarlas, o averiguar cómo acabar con ellas; así como preparar un enfrentamiento que, en más de una ocasión, nos puede llevar a finales inesperados.

En este artículo

The Mandalorian

Lucasfilm Ltd. | 12 de noviembre de 2019
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