El elemento azufre surge de la desintegración de las rocas que forman el material parental y de la degradación de la materia orgánica por acción de los organismos desintegradores.
Las plantas (organismos productores), a través de sus raíces absorben este elemento en su forma de sulfato (SO4) y lo emplean para la producción de los aminoácidos, cisteína y metionina. Cuando un consumidor primario se alimenta de los productores incorpora a sus células a este elemento que formará parte integral de los aminoácidos antes mencionados. Cuando los animales o las plantas se mueren y son desintegrados por acción de los microorganismos, el material resultante es reincorporado al suelo o al agua según sea el caso.
El azufre también es producido por la acción de la industria, principalmente de los derivados del petróleo que, cuando estos son combustionados, se mezclan con los componentes de la atmósfera, constituyendo un compuesto de tipo oxiácido (H2SO4), es decir, el famoso ácido sulfúrico, que da pie a la famosa lluvia ácida.
Referencias y recomendaciones
Fernández, G. D. (2017). Ecología y medio ambiente. México: Pearson Educación.
Vázquez, C. R. (2014). Ecología y medio ambiente. México: Patria.