Desde temprana edad mostró interés por la docencia, carrera que la marcaría por el resto de su vida. Así fue como en el año 1904, fue nombrada ayudante en la Escuela de La Compañía Baja, y en 1908 se desempeñó como maestra en la localidad de La Cantera. 

Posteriormente en 1910, se trasladó a Santiago, donde trabajó en la Escuela de Barranca y aprobó los exámenes especiales en la Escuela Normal de Preceptores. En paralelo su producción poética iba en ascenso, siendo sus primeros escritos: “El perdón de una víctima”, “La muerte del poeta”, “Las lágrimas de la huérfana”, publicados entre agosto de 1904 y septiembre de 1910.

Mientras residía en Coquimbito, Los Andes, compuso una de sus obras más reconocidas: “Sonetos de la Muerte”, escrito por la que obtuvo en septiembre de 1914 la más alta distinción en los Juegos Florales del citado año. En junio de 1922 viajó a México, con el fin de colaborar en la reforma educacional y la creación de bibliotecas populares en ese país.  Mismo año en que se publicó en New York “Desolación”, obra que le dio fama internacional. En México se edita Lecturas para Mujeres en 1923 y un año más tarde en España se publica “Ternura”.

Durante la década de 1930, Gabriela Mistral dictó numerosas conferencias y clases en Estados Unidos, Centro América y Europa. Fue en esta década en que diversos círculos literarios del orbe, promovieron a Gabriela Mistral para el Premio Nobel de Literatura. El Presidente Pedro Aguirre Cerda y la escritora ecuatoriana Adelaida Velasco Galdós, se sumaron al respaldo de su candidatura. 

En 1945 la Academia Sueca galardonó finalmente a Gabriela Mistral con el Premio Nobel de Literatura, distinción que recibió el 10 de diciembre del citado año.  Posteriormente se le otorgó el Premio Nacional de Literatura el 03 de agosto de  1951. Falleció el 10 de enero de 1957, en el Hospital de Hemsptead,  Nueva York. 

Fuentes sitios Universidad de Chile/ Memoria Chilena.