Calendario

Calendario Azteca: Todo lo que necesitas saber sobre el calendario mexica.

La cultura azteca se basaba en una cosmovisión del tiempo en la que el calendario tenía un papel fundamental. Sus observaciones del cielo y las estaciones les llevó a desarrollar un calendario solar con una estructura compleja. Este calendario regía el orden social y económico en la sociedad mexica.

La Piedra del Sol, también es conocida como calendario azteca, una muestra de la importancia que tuvo el calendario en la cultura azteca y su representación del tiempo, aunque en realidad se trata más bien de la cosmovisión que tenían los mexicas, ya que en ella no encontramos los meses .

El calendario azteca en el México antiguo

Orígenes e historia del calendario azteca

El calendario mexica fue una herramienta fundamental en la vida cotidiana de los pueblos mexicanos prehispánicos. Se cree que los orígenes de este calendario se remontan a la época de los olmecas y los toltecas, antecesores directos de los aztecas.

A lo largo de los siglos, el calendario se desarrolló y evolucionó hasta convertirse en una herramienta imprescindible para la organización del tiempo y la observación de los fenómenos astronómicos.

Gracias al calendario, los aztecas sabían cuándo tenían que sembrar, cuando era tiempo de cosecha y cuándo debían guerrear. Además, gracias a él, sabían cuando honrar y cuándo temer a sus dioses. Con esto ya podemos hacernos una imagen aproximada sobre la importancia del calendario azteca.

A causa de esta manera de ver la vida se establece una relación entre los mitos, la astronomía y la creación de calendarios basados en las matemáticas. En base a estos, se renuevan o mantienen los calendarios lo cual es básico para la realización de las fiestas aztecas.

La estructura del calendario azteca: meses, días y años

El calendario azteca estaba compuesto por tres ciclos de tiempo interconectados: el tonalpohualli, el xiuhpohualli y el ciclo de Venus. El tonalpohualli, o «cuenta de los días», era el calendario de 260 días que se dividía en 20 períodos de 13 días cada uno. Este calendario servía para conocer los mejores días para sembrar o para hacer expediciones.

El xiuhpohualli, o «cuenta de los años», era el calendario solar de 365 días que se dividía en 18 meses de 20 días cada uno y un mes adicional de 5 días. Estos cinco días eran conocidos como nemontemi y se dedicaban al ayuno y al reposo.Por último, el ciclo de Venus se componía de 584 días y tenía una gran importancia en la astrología y la religión azteca.

Los nombres de los meses del calendario azteca

Cada uno de los 18 meses del xiuhpohualli del calendario azteca llevaba el nombre de un evento o un elemento natural que tenía lugar durante ese mes. Por ejemplo, el primer mes se llamaba Atlcahualo, que significa «agua que se va», y correspondía a la temporada seca, del 2 al 21 de febrero, siendo Chachihuitlicue su patrona .

Le sigue Tlacaxipehualiztli (22 de febrero al 13 de marzo), con Xipe Totec como patrón, el mes de la «descamación de la piel». El tercer mes se denomina Tozoztontli, del 14/03 al 2/04. Coatlicue y Tláloc son sus dioses patronos. En el mes 11 nos encontramos con Ochpaniztli, el mes del «barbecho». Así hasta un total de 18 meses cada uno con su denominación y patrón propio.

Como curiosidad, los mexicas tenían también un período denominado Nemotemi que comprendía los días del 28 de enero al 1 de febrero. Eran cinco días que se consideraban nefastos

El calendario solar azteca y su representación en la Piedra del Sol

La Piedra del Sol es una de las representaciones más conocidas del calendario azteca. Este disco monolítico esculpido en piedra se encuentra actualmente en el Museo Nacional de Antropología de México y representa tanto el tonalpohualli como el xiuhpohualli. En el centro de la Piedra se encuentra la imagen del dios Tonatiuh, que simboliza el sol, rodeado por cuatro figuras que representan los cuatro puntos cardinales. Además, también incluye muchas otras representaciones simbólicas de la religión y la cultura azteca.

La importancia religiosa del calendario azteca

Los dioses del calendario azteca y su relación con los ciclos del tiempo

La religión azteca estaba íntimamente relacionada con el calendario azteca, que a su vez estaba basado en la observación del movimiento de los astros. Cada día estaba regido por un dios diferente, y en función del dios que reinara ese día, se creía que ciertas actividades eran más propicias o desfavorables.

Los dioses del calendario azteca tenían una estrecha relación con los ciclos del tiempo, tanto los diarios como los anuales, y se creía que su influencia determinaba el destino de las personas. Por eso, conocer el calendario era fundamental para los aztecas, ya que les permitía saber en qué momento realizar ciertas ceremonias o realizar ciertos trabajos.

El sacrificio humano en relación con el calendario y la religión azteca

El sacrificio humano era una práctica común entre los aztecas, y estaba directamente relacionado con el calendario y la religión. Según sus creencias, los dioses exigían constantemente ofrendas y sacrificios para mantener el equilibrio entre el mundo de los hombres y el mundo sobrenatural.

Se creía que los sacrificios humanos eran necesarios para evitar catástrofes naturales y para asegurar la prosperidad y la victoria en la guerra. Es por eso que el sacrificio humano estaba muy presente en las ceremonias religiosas del calendario azteca, especialmente en fechas señaladas como el solsticio de invierno o el inicio de un nuevo ciclo de 52 años.

La ceremonia del Fuego Nuevo y su relación con el calendario azteca

La ceremonia del Fuego Nuevo era una de las más importantes ceremonias religiosas del calendario azteca. Se celebraba cada 52 años, cuando se creía que se iniciaba un nuevo ciclo de la historia del mundo. Durante la ceremonia se apagaban todas las hogueras del territorio azteca y se encendía un fuego nuevo en lo alto de una montaña.

La ceremonia del Fuego Nuevo tenía como objetivo renovar el universo y mantener el equilibrio entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Era una ceremonia compleja y llena de simbolismo, que incluía rituales de purificación, ofrendas y sacrificios humanos.

La representación del calendario azteca en la Piedra del Sol

El disco monolítico como representación del calendario sagrado

El Calendario Azteca, es un disco monolítico que representa el calendario sagrado de los aztecas. Esta inmensa obra de arte de 3.60 metros de diámetro y 24 toneladas es tallada en basalto y cuenta con una serie de círculos concéntricos que representan los ciclos de tiempo azteca. La roca madre con la que fue hecho proviene del volcán Xitle.

La simbología de la Piedra del Sol: los puntos cardinales, las serpientes de fuego, las flores y los dioses

La Piedra del Sol está repleta de simbolismos, en ella se pueden observar elementos relacionados con la religión y la cosmovisión azteca. En el centro de la piedra se encuentra el sol, Tonatiuh, rodeado por cuatro cuadros que representan a los distintos puntos cardinales. Cada uno de ellos está asociado a un dios o a un color específico. Además, alrededor del sol se pueden observar serpientes de fuego, símbolos de renacimiento y de la lucha entre la luz y la oscuridad, y flores, que representan la vida y la muerte.

La interpretación del calendario por los especialistas.

La interpretación de la Piedra del Sol ha sido objeto de debate entre los especialistas, los cuales no terminan de ponerse de acuerdo sobre qué significa el calendario azteca. Algunos han propuesto que representa una forma de calcular el tiempo y las estaciones, mientras que otros sugieren que se trata de un ritual y un homenaje a los dioses.

Lo que parece claro es que la piedra es una muestra de la complejidad de la cultura y la religión azteca.

Su importancia histórica y artística ha hecho que sea una de las piezas más importantes en el estudio de la cosmovisión y la cultura prehispánica de México y América Latina en general.

La Piedra del Sol y su importancia en la actualidad

Su lugar en el Museo Nacional de Antropología de México

La Piedra del Sol, también conocida como el Calendario Azteca, es hoy en día uno de los objetos culturales más importantes de México. Desde 1822, año en que fue descubierta, ha despertado la curiosidad y fascinación de millones de personas en todo el mundo. Actualmente, se encuentra expuesta en el Museo Nacional de Antropología de México, uno de los museos más importantes de América Latina.

La roca madre de la que fue extraída es originaria del volcán Xitle. El geólogo que determinó su origen concluyó que la piedra era de basalto de olivino, un tipo de roca ígnea volcánica y oscura. Su peso es de 25 toneladas y su altura de alrededor de tres metros y medio.

La influencia de la Piedra del Sol en el arte y la cultura mexicana.

La Piedra ha tenido una gran influencia en el arte y la cultura mexicana. En la actualidad, se pueden encontrar representaciones de la piedra en muchos objetos de decoración, ropa y joyería. Además, muchas obras de arte mexicanas contemporáneas incluyen la figura del calendario azteca como elemento principal. También ha sido fuente de inspiración para muchos artistas mexicanos, quienes han creado obras de arte basadas en su simbología.

Algunas de las representaciones más famosas del calendario azteca en el arte y la cultura mexicana son:

El mural «El hombre controlador del universo» de Diego Rivera, que incluye una representación del calendario azteca.

Los billetes y monedas mexicanas, que incluyen la imagen del calendario azteca.

La bandera de México, que también incluye el calendario.

El legado del calendario azteca y la Piedra del Sol en la actualidad

El calendario azteca y la Piedra del Sol son una muestra del grandioso legado cultural que dejaron los pueblos prehispánicos en México. Su estudio y análisis revelan la complejidad y sofisticación de la civilización azteca, así como su gran conocimiento en diversos campos, como la astronomía y la matemática. Hoy en día es considerada uno de los símbolos nacionales más representativos de México y es objeto de interés y estudio por parte de expertos en la historia y la cultura prehispánica. El legado del calendario azteca y la Piedra del Sol sigue vigente en la actualidad y es un recordatorio de la diversidad y riqueza cultural de México.