El origen del bobtail sigue siendo de gran interés para la cinología. Su evidencia documentada sitúa su origen a principios del siglo diecinueve en el suroeste de Inglaterra, y filogenéticamente tiene relación con el bearded collie o collie barbudo. Sabemos, sin género de duda, que su uso principal era el de pastorear ganado ovino. Durante más de 100 años estuvo vigente en Reino Unido un impuesto para perros de compañía, quedando libres de esta tasa los perros de trabajo. La marca distintiva para diferenciar unos de otros era el corte de cola. Se especula que los ganaderos, para evadir esta ley fiscal, comenzaron a cortarles el apéndice a estos perros pastores, y así fueron presentados en 1864 en una exposición internacional.

Pese a que el bobtail o antiguo pastor inglés es una de las razas caninas más emblemáticas de Inglaterra, en el 2019 la asociación de registro de razas Kennel Club la introdujo en el listado de “Razas nativas vulnerables” a la extinción, ante el descenso continuado de cachorros inscritos. La causa, según la hipótesis de Kennel Club, puede deberse al estilo de vida cada vez más acelerado, que resulta incompatible con compartir el tiempo con una raza de tamaño grande que exige ejercicio y una gran dedicación a su aseo.

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Su aspecto general es cuadrado y fuerte, de constitución robusta. Antes de que las amputaciones fueran ilegales en España, el bobtail pasaba por un corte total de cola, pero en la actualidad el antiguo pastor inglés debe mostrar una cola larga natural, con abundante pelo. Es un perro que requiere cuidados frecuentes, con cepillados y limpieza de ojos y orejas. El corte o pelado está totalmente desaconsejado, pero se puede realizar la técnica de peluquería canina conocida como trimming en el largo flequillo, para favorecer la visión y evitar problemas oculares. El único color admitido es cualquier tonalidad de gris en el cuerpo y blanco en las extremidades delanteras, cabeza y vientre. Los ojos azules son un defecto descalificador.

Muy confiados con su entorno, pero fuerte instinto pastor

Criadores y convivientes con bobtails coinciden en describir a esta raza como muy afectiva y juguetona, que reclama atención y no le gusta quedarse al margen. Muestran cierta terquedad en el entrenamiento y pueden ser territoriales o poco pacientes con otros perros, por lo tanto precisan de un guía o tutor firme y bien informado, o asesorado por especialistas, para adaptar la educación a una raza que, por lo demás, se considera un gran perro de familia. Son también reconocidos por ejercer naturalmente de guardianes, y poseer un ladrido resonante.

No existe ningún club oficial de la raza en España, pero existe una página y un grupo en redes sociales, Bobtail Club Spain, que realiza la función de punto de encuentro de propietarios e interesados, además de difundir casos de adopción, a la que acudir para ampliar información. Para encontrar criadores legalizados, recomendamos contactar con la Real Sociedad Canina de España, recordando que es imprescindible que un criador honrado y comprometido muestre con documentación sellada por un veterinario que sus líneas están libres de displasia de cadera y codo, problemas oculares genéticos y, a ser posible y como punto a sumar, coeficiente de consanguinidad.

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